Año1984 DAV – 75 años del Club Alemán de Excursionismo de Valparaíso (Relato histórico)

Relato histórico sobre el aniversario Nº 75 del DAV Valparaíso. . 

Traducción cortesía de Christel Wiele, socia de nuestro club. 

Autor original del artículo: Karl Heinz Winter, Revista Andina año 1984, página 7.

DAV 75 AÑOS DEL CLUB ALEMÁN DE EXCURSIONISMO VALPARAISO 

Fundado el 24 de enero de 1909, el Club Alemán de Excursionismo de Valparaíso es el club más antiguo del continente sudamericano. Durante casi dos décadas, ha sido el gran modelo a seguir para todos los clubes de excursionismo fundados posteriormente en Chile. Su 75º aniversario es motivo y ocasión para mirar hacia atrás, hacer balance y honrar la labor de una serie de socios que han prestado destacados servicios a nuestro DAV, cada uno a su manera y en su momento. El desarrollo histórico del Club ha tenido lugar en tres grandes etapas. Los respectivos directorios trabajan en la resolución de tareas específicas que se presentan al Club como un desafío e inevitablemente son el resultado de la especial situación de las distintas épocas. Hay que reconocer con realismo que, dependiendo de los tiempos, fue fijado el rumbo adecuado. Sólo así, podían los responsables del Club, cumplir su misión, desarrollar las nuevas directrices que parezcan necesarias, seguir llenando de vida el trabajo del Club y encauzar al DAV hacia una dirección segura. Mirando atrás los tres grandes hitos del Club a lo largo de los últimos tres cuartos de siglo se observan puntos focales muy concretos en el transcurso de las distintas fases de desarrollo, a los que los respectivos miembros de la directiva del Club se dedicaron en particular, que consideraron su tarea y que se esforzaron por dominar. De este modo, cada directiva ha realizado aportes al DAV, lo ha moldeado y ha contribuido a que se pusiera piedra sobre piedra y que se creara una estructura sólida a lo largo de tres cuartos de siglo. En ella, el trabajo de todas las generaciones del DAV encuentra una expresión duradera y vinculante. El recorrido histórico del DAV Valparaíso puede dividirse en tres etapas: 

1. 1909 a 1936 Una vez superados los «problemas iniciales», el Club se esforzó por establecer un concepto básico pionero en la Asamblea General de 1917 y estableció la tradición y la reputación ejemplar del DAV Valparaíso durante la fase de desarrollo posterior. 

2. De 1931 a 1960 llega la hora para el Club, debido a que muchos alemanes de la región de Valparaíso emigran a Santiago o a Alemania y finalmente se dejan sentir las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial que pone en grave peligro la existencia del germanismo en Chile. En el momento de su crisis más grave, el DAV se mantiene firme en su identidad alemana y sienta las bases de un nuevo ascenso prometedor con la creación de un grupo de alta montaña. 

3. De 1966 a 1980 y como consecuencia de la migración de montañistas activos, el grupo de alta montaña se desintegra. En lugar de los logros del andinismo de alta montaña, el DAV se centra en el turismo popular y el fomento de la sociabilidad. El Club se esfuerza por conseguir una estructura de socios a largo plazo mediante un mayor trabajo sistemático con los jóvenes. El DAV inicia la cuarta etapa de su historia en la Asamblea General de 1981. 

Los miembros fundadores de la DAV-Valparaíso son: Albert Gutsche, Heinrich Hanisch, Heinrich Mattenson, Hans Plagemann, Ferdinand Simonsen y Georg Simonsen. Hans Plagemann es el primer presidente de la asociación. Tras 14 años en el cargo, le sucede Albert Gutsche. El nombre original del Club era «Club de Excursionismo Mit-Mit». En la asamblea general del 29 de diciembre de 1910, la asociación pasa a llamarse «Deutscher Ausflugverein zu Valparaíso». Los inicios de la DAV se remontan a los «buenos tiempos».

Es el momento en que las reuniones del Club se realizan en el local «Juten Stube» y se toman las primeras decisiones sobre las insignias del DAV. Se acuerda una gorra azul estandarizada con una estrella plateada para los socios y una estrella dorada para los socios de la directiva. También se reservan para estos miembros unas franjas doradas en la manga superior izquierda.

En la 3ª sesión se planifican fiestas a la luz de la luna y búsquedas del tesoro. Se toma la decisión en cada excursión (a excepción de Concón) cocinar una sopa de arvejas con salchichas. El presidente del club acuerda comprar una olla adecuada para cocinar 20 platos. Las salidas con damas y fiestas bailables se hacen especialmente populares.

En 1916 se celebran cinco matrimonios de socios del club. Las señoras del club se casan y los hombres del club se casan.

En el año bélico de 1917 estalla una «revolución de palacio» en la asamblea general del DAV. Los «halcones» de la asociación se imponen e inician un cambio fundamental en la vida del Club con un periodo de «Sturm und Drang».

Max Kern escribe sobre el optimismo general del club en aquella época:

Sucedió que, en la asamblea general de 1911, una persona aparentemente agraviada declaró: «Las excursiones con las damas son un obstáculo para el desarrollo del club». Eso tocó fondo y comenzó una nueva era; la época de las zalamerías había terminado.  Se planearon y organizaron generosos viajes. Las canciones sonaron al son de la guitarra hasta que las voces se hicieron ásperas y las cabezas calientes. Las paredes temblaban ante el rugido de batalla de los Cherusci. A menudo era muy teutónico.  ¡El apogeo! Atrás quedaron los días en que los excursionistas viajaban en ferrocarril en sus destartaladas vestimentas.

¡Autoconfianza, autocontrol enseñados por la naturaleza! Bien equipado de cabeza a los pies. Max Kern acompaña al Club durante toda su fase de desarrollo. Desde 1917 a 1936 es el presidente durante un total de 11 años, posteriormente es presidente honorario del Club. En alianza con otras destacadas personalidades dio un importante impulso al DAV durante dos décadas y fue su timonel.

En 1917, el Club hace su primera aparición con una presentación fotográfica a la colonia alemana. La segunda le siguió en 1918. A las presentaciones y concursos de diapositivas, se ofrecieron premios a las mejores.  Lo recaudado se dona nuevamente a la Cruz Roja.

Durante los años de guerra, 40 barcos alemanes estaban atracados en el puerto de Valparaíso. Los marineros de estos barcos participaron de las excursiones organizadas por el DAV y fueron especialmente bien acogidos.

Los pioneros del Club exploran primero las opciones de transporte y diversos senderos en la Cordillera de la Costa. En algunas salidas lugareños los confunden con peregrinos o ingenieros, pensando que eran ingenieros en busca de nuevos yacimientos de mineral.
Uno de los montañistas más activos y buen conocedor de la Cordillera de la Costa y durante mucho organizador de excursiones (hasta el final de la Segunda Guerra Mundial) fue Hans Höfer, quien en 1915 alcanzó la cumbre del Cerro Caquis con un grupo de ocho personas del DAV. En 1920 logra junto con Sattler y Hennigs la primera ascensión a la cresta del Caquis. Zona favorita de excursión del DAV en los años 20. En las vacaciones de septiembre se practica senderismo y se explora fotográficamente la Región. En los años 30, el ranking de los destinos de excursión más populares, según las estadísticas elaboradas por Herbert Wünsche son:

Estero de Limache, Campana, Valle de Ocoa, Vizcachas. Caquisito, Cerro Calera, Cima del Caquisito, Roble.
Hans Höfer recopila concienzudamente informes de excursiones y fotos. Con ello sienta las bases de un archivo del club. Hoy en día sigue ahí, enriquecido con informes de generaciones posteriores, accesible a los aficionados al senderismo. Esto representa una historia viva del Club.
Desde 1925, se conceden premios de senderismo a los socios miembros especialmente aficionados a las caminatas. El Club mantiene esta costumbre hasta principios de los años sesenta.

El emblema del DAV es la Palma Chilena. Se encuentra en grandes cantidades en el Valle de Ocoa, siendo nativa de ese sector. En 1931, se une el segundo símbolo al Club, el “Edelweiss”, cuando los Clubes de Santiago y Valparaíso se convirtieron en la sección chilena del Club Alpino Alemán y Austriaco. Club Alpino Austriaco como sección chilena. Siguiendo el ejemplo del Club Alpino las damas también pueden afiliarse al DAV-Valparaíso.
Hans Höfer también trabajo en la publicación de las «Mitteilungen des DAV». (“Comunicaciones del DAV”) las cuales aparecieron regularmente entre 1919 a 1921 cada dos meses como un esfuerzo del Club.
A partir de 1924 se publicaron cada dos meses con el nuevo nombre de «Andina» y a partir de 1937 y en forma irregular como revista anual de los Clubes Alemanes de Excursionismo tanto de Santiago como de Valparaíso.
Durante la fase de desarrollo del Club otros miembros realizaron una gran labor y hay que reconocer a Arthur Schulze. Presidente del Club entre los años 1924 a 1928, en los difíciles años siguientes fue un prudente «Ministro de Finanzas» en la historia del DAV, dirigiendo el barco del Club a través de las turbulencias de la crisis económica mundial. En los años 30 también transforma el equipo de excursiones.

Georg Nehls ingresa al Club en 1928 junto a los jóvenes del Colegio Alemán de Valparaíso, recorriendo montañas y los valles de la provincia.
Canciones de senderismo alemanas acompañan las caminatas. En 1928, 18 muchachos participaron en las caminatas. En 1933, el grupo juvenil de Nehls se fusiona con la Liga Juvenil Alemana de Chile.

El nombre de Georg Nehls también se asocia con la introducción de las tradiciones y celebraciones navideñas alemanas en Chile. Fiestas de Navidad del DAV tuvieron lugar desde 1917 a 1945 en el Estero de Limache. Un Espino, amorosamente decorado por niñas y adornado con velas y colgantes, sirve de árbol de Navidad. Se cantan villancicos alemanes con vino caliente y pan de jengibre. Sobre una fogata se cocina una cazuela con capacidad para 80 litros. En dos ocasiones, los «Blue Boys» de Alemania también celebran la Navidad con el DAV bajo la Cruz del Sur.
La tercera década del DAV comienza con una situación de crisis. El ímpetu de los años iniciales ha decaído, los pioneros del Club ya son mayores y cuentan con menos energía. Faltan socios juveniles que podrían dar al Club nuevos bríos. Faltan personas para asumir la carga de la responsabilidad sobre sus hombros. En 1929 la asamblea general decide proseguir y cultivar el idioma alemán más intensamente que antes con el fin de mantener y ampliar aún más el Club. Alex Schlüter y Wolfgang Vogel son los primeros profesores del Colegio Alemán elegidos presidentes del Club por un año cada uno, antes de que Max Kern, asuma la presidencia. 

El alemán Peter Becker se une al Club y da el impulso a la segunda gran etapa del DAV, él sabe cómo reavivar el entusiasmo por las excursiones de montaña en el Club. En 1937, elabora en la asamblea general un programa destinado a establecer nuevas pautas en las actividades de senderismo. En nuestro Club aumentan las llamadas «excursiones por los valles» a recorridos de montañas más exigentes.
La nota deportiva debe acentuarse en las actividades de excursión. Se toma la decisión de dejar de reconocer todas las excursiones según su dificultad y las exigencias de los participantes según un sistema de puntos y puntos conseguidos. El DAV, trabaja el entusiasmo dando un nuevo impulso hacia una sana competencia deportiva y experimentando un nuevo auge.

Por supuesto, no sólo este nuevo sistema de puntos es lo que llevó a un aumento de la actividad excursionista del club en los años siguientes se tiene como ejemplo a los mejores excursionistas, como Peter Becker, Herbert Wünsche y Eduard Kremer, que fueron homenajeados entre 1937 a 1941.
En un informe sobre las actividades de las excursiones del DAV de aquellos años Höfer, Kern, Willig, Vetter, Brandt, O. Claussen, Altschwager, Finger y Dame Rixmann figuran entre los nombres. Otto Claussen y Herbert Wünsche utilizan el estado de ánimo general de optimismo iniciado por Peter. La hora de la prueba de fuego fue durante la Segunda Guerra Mundial, durante los difíciles años de 1944 a 1946, cuando el ambiente político amenazaba la savia del club. Gracias a su inquebrantable fe en el futuro del Club, pudieron sacar al DAV de una profunda depresión y llevarlo a una nueva prosperidad. En un artículo publicado en ANDINA de 1959, «Una conversación con el Sr. Otto Claussen» se da una impresión de lo que estos dos socios hicieron por el club en su momento más difícil.
En 1945, Herbert Wünsche, profesor en el Colegio Alemán de Valparaíso y viviendo esta difícil situación para los alemanes en todo el mundo sigue promoviendo con cautela el trabajo alemán con el mismo espíritu como ya se había pedido en 1929 en una asamblea general para preservar la identidad del Club.
Otro mérito de Wünsche es la realización de un plan largamente acariciado del DAV de poder contar con un Refugio en la Cordillera de la Costa. El es el impulsor de comprar un terreno en Granizo, al pie del Cerro La Campana y llevó a cabo el sueño de construir una cabaña. Bajo su experta dirección y gracias a varios voluntarios, que fueron a trabajar domingos y festivos, llevaron a cabo las obras en Granizo. Se demolió un ruinoso «rancho», construyendo un refugio con capacidad para 10 personas. Desde el 9 de diciembre de 1950, día de la inauguración del refugio, el DAV dispone desde entonces de una de las partes más bellas de la Cordillera de la Costa el cual es un punto de partida ideal para gratificantes excursiones en la montaña. Además la zona es adecuada para organizar eventos sociales de mayor envergadura. El asado anual “Spiessbraten“ en Granizo se ha convertido en un popular lugar de encuentro para grandes y chicos y para gran parte de la colonia alemana de la provincia de Valparaíso.

En relación con la cabaña de Eduard Kremer en Granizo, también hay que recordar a otro miembro que debe ser recordado y honrado por sus especiales servicios al Club. Me refiero a don Max Weisser quien se ha preocupado por el refugio del DAV de Granizo desde sus comienzos hasta hoy día. Don Max Weisser en su tranquila y modesta forma de ser enseña a los jóvenes que visitan Granizo para mantener limpia la naturaleza. Les anima a observar las plantas y los animales locales. En lugar de batir récords de hazañas físicas, se esforzaba constantemente por enriquecer sus conocimientos científicos y desarrollar una comprensión más profunda de la naturaleza.

Una generación más joven se hace cargo del del relevo. El impulso decisivo para la posterior revitalización de las actividades del DAV proviene del grupo de alta montaña. Estas desplazan las actividades de excursión del club de la Cordillera de la Costa a La cordillera de Los Andes. Inicialmente, Herbert Wünsche y el Dr. Karl Keuck son los modelos a seguir del joven grupo de alta montaña dentro del Club. En el periodo comprendido entre 1941 y 1942, escalaron de forma independiente varios cerros de la Cordillera de Los Andes de la Zona Central de Chile. Lo más destacado de sus esfuerzos son las primeras ascensiones a Yeguas Heladas (H. Wünsche y E. Kremer) y el Alto del Potrero Escondido (Dr. Keuck junto a su alumno P. Dauelsberg).

Heinz Koch es quien ha entendido, desde 1950, el interés por el montañismo en un círculo de alumnos mayores. Heinz Koch atrae a muchos jóvenes montañeros a la Cordillera de Los Andes. Es el verdadero padre del todavía joven grupo. En diciembre de 1956 tomó la iniciativa de fundar oficialmente un grupo de alta montaña del DAV-Valparaíso.

Como Wünsche y el Dr. Keuck antes que él, colabora estrechamente con el grupo de alta montaña del Club hermano de Santiago, fundado en 1941. El objetivo del joven grupo de alta montaña de Valparaíso es ayudar a los amigos montañistas de Santiago y a la larga no quedarse atrás en sus logros.

Apenas queda espacio en la zona central de Los Andes para primeras ascensiones espectaculares, pero aún queda la posibilidad de escalar en condiciones extremas en soledad y lejos del mundo para reencontrarse a sí mismos y volver a la vida cotidiana enriquecidos y más fuertes. El grupo de alta montaña consigue muchas ascensiones, revitalizándola e inspirándola a nuevas hazañas y gestas. Esto se refleja inicialmente en un fuerte aumento de la actividad en los actos sociales desde 1957, sobre todo en la respuesta a las veladas del club. Éstas siguen centrándose en las presentaciones fotográficas de los socios sobre sus viajes, excursiones y paseos por la montaña. El promedio de asistentes a las veladas del club pasa de 13 asistentes en 1956 a 24 asistentes en los dos años siguientes.

Hartmut Schmidt, el organizador de excursiones que muere en un accidente tras escalar el Aconcagua en marzo de 1958, fue el motor de las actividades montañistas del club.

En 1958, tras una interrupción de 15 años ANDINA se publica nuevamente. El impulso procede de un grupo de montañistas miembros de los dos clubes hermanos de Santiago y Valparaíso y partió del regreso del Nevado Juncal en enero de 1958. La ANDINA vuelve a ser objeto de una aparición en conjunto con la Alpine alemán y el Club Alpino Austriaco. Se intercambian nuevas publicaciones. Nuestros miembros podrán conocer a miembros del Club Alpino Alemán y estadías en los refugios de montaña, nuestros socios serán tratados como miembros del Club Alpino Alemán y Austriaco. Los montañistas de Europa, por su parte, aprenden en su montaña la hospitalidad chilena en sus viajes de montaña en Los Andes y pueden participar en las excursiones de montaña de nuestros clubes de Santiago y Valparaíso.

El DAV-Valparaíso también se está esforzando para integrarse a la ASAVA (Asociación de Ski y Andinismo de Valparaíso y Aconcagua).
Esta es una organización que agrupa a todos los clubes de esquí y andinismo de las provincias de Valparaíso y Aconcagua. Gracias a las iniciativas de Gerd Friedrichs, presidente de la asociación durante varios años, la organización ha desempeñado un papel clave en el desarrollo y el trabajo de ASAVA. Gerd Friedrichs es elegido su presidente. Además de Hartmut Schmidt otros profesores de Alemania que han estado cumpliendo contratos en los colegios alemanes de la zona de Valparaíso ofrecen espontáneamente sus servicios al DAV.

La principal contribución al Club es el grupo de alta montaña. En los años 1958/59, sus montañistas escalan dos veces el Aconcagua, alcanzaron el Nevado Juncal y 16 cimas de cinco mil metros. Pero no es el número de montañas escaladas sino el impulso interior y el entusiasmo por la acción de ellos.

Sus orgullosos éxitos en Los Andes impregnan la vida del club y dan un sabor especial a las celebraciones del 50º aniversario donde participa la colonia alemana en los salones del Club Alemán der Valparaíso. Günther Körver sabe de buena forma cómo representar al DAV. Karl-Heinz Neumann, el 2. Presidente, merece un reconocimiento especial por la edición aniversario de ANDINA y su calidad. Su artículo «Desde el corazón de nuestro trabajo en el Club» sigue siendo relevante hoy en día.

El fuerte ascenso del Club a fines de los años 50 fue seguido de un descenso igualmente fuerte del club a principios de los 60. En 1960, el grupo de alta montaña logró nuevos éxitos notables en las cumbres de Los Andes como la primera ascensión al Cerro Tronco (5.600 m) en un esfuerzo conjunto con amigos montañistas de Santiago. Pero después casi todos los montañistas activos abandonaron la zona de Valparaíso y, por tanto, al Club. Sin sus montañistas, el DAV pierde su vigor.

El trabajo del Club amenaza con paralizarse. K-H. Neumann mencionó claramente en su artículo donde afirmaba que desgraciadamente Valparaíso ha perdido cada vez más su importancia económica en favor de la capital Santiago y sigue perdiendo liderazgo. Muchos de los jóvenes activos emigran tras finalizar sus estudios, su formación profesional o un empleo temporal y se forjan una existencia económica en Santiago o en el extranjero. El DAV-Valparaíso tiene que vivir con este hecho, por muy doloroso que le resulte.

A principios de la década de 1960, comienza la tercera etapa del DAV, el Club debe enfocarse a las realidades y teniendo en cuenta un nuevo programa orientado al futuro y adaptable a las nuevas circunstancias. Siguiendo los pasos de Georg Nehr y Otto Zöllner, Karl-Heinz Winter amplía sistemáticamente el trabajo juvenil iniciado en el Colegio Alemán de Quilpué en 1963 tras regresar de Alemania y que junto a Otto Zöllner ya habían comenzado a establecer.

Se sigue con la tradición de excursiones comenzada por los años treinta. Por aquel entonces, subía a La Campana nevada con sus alumnos con el mismo entusiasmo que lo sigue haciendo hoy, como profesor de botánica de 74 años, con sus alumnos en excursiones a otras zonas de la Cordillera, a pesar de su discapacidad relacionada con un accidente. En 1964, Kurt Claussen se hizo cargo del grupo juvenil «Copihue» en Quilpué y continuó desarrollando la introducción de los jóvenes al DAV, mientras Winter se trasladaba a Villa Alemana durante otros dos años como director del internado alemán antes de su regreso definitivo a Alemania, donde creó un nuevo grupo juvenil.

Claussen y Winter colaboran estrechamente y organizan campamentos y viajes de montaña conjuntos con los dos grupos de jóvenes en la Cordillera de la Costa en 1964 y en Los Andes en 1965. Kurt Claussen continúa el trabajo juvenil iniciado por Zöllner y Winter en Quilpué. Forma un grupo de escalada con estudiantes mayores, que sube por la Grieta hasta la Campana en 1966 y cruza la cordillera de los Caquis con 10 participantes. Introduce a los jóvenes de su grupo en el DAV como miembros juveniles. Inés Hucke se une a la asociación con otros 40 alumnos del Colegio Alemán de Valparaíso. Ella y su grupo se dedican principalmente al esquí. En 1967, el DAV tiene el doble de socios juveniles que socios adultos. Bajo la presidencia alterna de Wolfgang Jacob y Kurt Claussen, el Club entra en un nuevo apogeo.

Los campamentos de varios días son especialmente populares entre los jóvenes. Sirven de base para escalar numerosas cumbres de tres mil metros y algunas de cuatro mil metros en Los Andes. Los campamentos de los refugios Los Azules y Parva no sólo se utilizan para esquiar y hacer montañismo. Los remotos refugios del Club de Santiago, que se han ido deteriorando, necesitan urgentemente reparaciones y mantenimiento. Los materiales de construcción se llevan a las cabañas en mulas. Los jóvenes instalan nuevos paneles en el techo, colocan nuevos vidrios en las ventanas y construyen bancos y mesas.

Dos de nuestros miembros siguen participando en proyectos de gran altura. En los años sesenta, Heinz Koch escaló el Aconcagua, junto a su hijo Uwe. En 1973, Kurt Claussen fue el primer chileno que consiguió escalar dos veces el Ojos del Salado (6.880 m), el segundo cerro más alto de América después del Aconcagua. Durante esta expedición en Atacama, también se convirtió en el primer chileno en alcanzar la cumbre norte del Macizo de las Tres Cruces (6.050 m) y las cumbres de dos cerros de cinco mil metros. En 1978, Kurt Claussen alcanza la cumbre del Aconcagua por la larga ruta Güssfeld.

El club promueve intensamente los deportes populares y la vida social. Los viajes en mula organizados por el club son cada vez más populares. Llevan al Valle de Maitenes, a la Vega de Nacimiento (con 43 participantes, esta cabalgata logra la mayor participación), al Riecillo y a la Laguna El Toro. El DAV suele llevar a sus socios en el autobús de don Pepe para llevar a un gran número de excursionistas a puntos de partida favorables. Allí, cada uno puede unirse a uno u otro grupo según su capacidad. Los viajes en autobús con don Pepe llevan al club al Norte Chico y a las termas de Chillán, en el sur. Desde las termas, 19 de los 35 participantes suben al volcán del mismo nombre.

En 1968, el Club adquirió una segunda cabaña en Río Blanco. Al lugar se puede llegar rápida y fácilmente desde Valparaíso en tren y en automóvil. El refugio de Río Blanco se caracteriza por su ubicación central para excursiones de montaña y esquí en Los Andes, en la provincia de Aconcagua. El DAV puede ofrecer a sus socios y amigos su propia casa en Los Andes en medio de una propiedad de 4.000 m2 plantada con 50 árboles frutales y una variedad de excursiones de montaña de todos los niveles de dificultad.

Wenzel Husak, gran esteta de la naturaleza y uno de los fieles seguidores del Club desde hace casi 40 años, actuó como intermediario para cerrar el acuerdo de compra. Como encargado del Refugio de Río Blanco, sigue desempeñando sus funciones con la misma abnegada dedicación como lo hace su compañero de club Max Weisser en Granizo. Nuestro socio Hermann Riegel también cuidó de este refugio durante varios años (1975 a 1977) con gran sacrificio. Hacia fines de los años 70, el Club atraviesa nuevamente por una crisis. El trabajo juvenil del DAV no cumplía las expectativas a largo plazo. Las razones son esencialmente las mismas. En 1975, el Colegio Alemán de Quilpué con la reducción de los cursos de Enseñanza Media ya no contaba con un grupo juvenil. Sin embargo, los alumnos de la básica siguen participando. Los estudiantes mayores desde hace tiempo han terminado sus estudios y su formación profesional en Valparaíso y, por tanto, también dieron la espalda al DAV. Mientras que la vieja tribu permanece leal al Club y se tienen puestas las esperanzas en los menores.

En 1980, la resignación se extiende entre los socios. El DAV ha llegado al final de su tercera gran etapa. Se enfrenta a una nueva fase, aún no prevista de su historia. El inicio de la 4ª etapa del Club comienza en 1981. Jorge Guarello es elegido presidente y Kurt Claussen como vicepresidente. Ellos marcan nuevos acentos para sacar adelante al Club. No se cancela ninguna excursión programada. En septiembre de 1981, 40 participantes, incluidos cinco profesores, suben en grupos desde Niño de Dios de las Palmas a la mina de Cristalera, a Agua del Manzano y a Punta Imán. En marzo de 1983 en una excursión a la playa desde Horcones a Maitencillo hubo 44 participantes, entre ellos 18 de ellos adultos.

En el asado de Granizo, de nuevo más de 100 visitantes, acompañados por la banda de música del Colegio Alemán entregando animación. En febrero de 1982, tras una larga interrupción, vuelve a estar activo un grupo de alta montaña bajo la dirección de Kurt Claussen. Cinco participantes alcanzan la cumbre del Yeguas Heladas. Inspirados por la visita de un grupo folklórico austriaco llamado Turnerbund. Se funda un grupo de danzas folclóricas que cuenta con unos 20 jóvenes miembros. Practican una vez por semana en el Colegio Alemán de Viña del Mar. 50 alumnos participan en un concurso de dibujo sobre el tema «deportes de montaña». Para revitalizar el DAV recurre a miembros probados. El Dr. Keuck da una conferencia sobre su primera ascensión al Alto del Potrero Escondido. Todos los meses hay una proyección de diapositivas de Wolfgang Förster.

Enumeradas por orden cronológico, éstas son sólo algunas actividades características con las que la nueva junta intenta revitalizar al Club y llevarlo a éxitos. El DAV se centra en su trabajo:
1. La promoción del trekking y los deportes de montaña. El refugio de Río Blanco ofrece las mejores condiciones para proyectos en la cordillera de Los Andes.
2. Estrecho contacto con el profesorado de los Colegio Alemanes como intermediarios con los jóvenes.
3. El mantenimiento de los vínculos existentes con Alemania y Austria y la inclusión del trabajo cultural alemán en la vida cultural (la danza folclórica como ejemplo).

Para el futuro del DAV siguen siendo válidas las palabras con las que Max Kern, uno de los grandes padres de nuestro Club, concluye en su «Revista» «Que los jóvenes, que en el futuro serán llamados a dirigir nuestros clubes, nunca olviden que todo lo que les entregamos primero tuvo que ser creado, trabajado y luchado. Sólo entonces serán plenamente conscientes de su responsabilidad y del valor de nuestro legado».

Aferrémonos a lo antiguo
en la medida en que sea bueno;
pero sobre los viejos cimientos
¡creemos algo nuevo cada hora!